Crear una aventura gráfica independiente es para sus autores todo un placer. Destinan horas y horas de su tiempo libre en su diseño, dibujo y programación, y se vuelven locos buscando la forma de solucionar la inmensa cantidad de pequeños (o grandes problemas) que van surgiendo, o más a menudo se desesperan reclutando o esperando noticias de sus colaboradores. E incluso, además de tiempo, gastan dinero en alojamiento web y otros conceptos.
Pero cuando tras esta odisea la aventura llega a su fin, el autor se siente realizado. Su objetivo se ha cumplido, en mayor o menor medida. Bien sea homenajear a su manera a su aventura/aventuras preferidas, bien sea llevar a la realidad su guión, o bien sea demostrarse que es capaz de diseñar una aventura, por malo que sea el resultado.
Si después de esta primera experiencia el desarrollador no huye de un trabajo así, sigue con otro proyecto. Y si sus aventuras reciben buenas críticas, algo empieza a resonar en su cabeza "Sería una pasada vivir de esto. Me gusta, y además parece que no lo hago mal... ¿Y si cobrase por ellas?. Al fin y al cabo, me lo merezco por mi trabajo, que incluso me cuesta dinero de mi bolsillo."
Todo este proceso es el que quizá (o quizá no) ha seguido el desarrollador independiente búlgaro Kinanev, el creador de la saga Cosmos Quest. Lo que es positivamente cierto es que ha decidido poner un precio de 11,90 $ (10 euros) a la tercera parte de esta saga: Cosmos Quest III: The Mines of Isagor. Sus dos entregas anteriores, Cosmos Quest I y Cosmos Quest II las podemos descargar gratuitamente, con la traducción al español de Julio Pozo.
Según éste último (que también traducirá la tercera parte a nuestro idioma), la demo avanzada exclusiva que él ha probado de la nueva entrega rebosa calidad en todos sus apartados. Un ejemplo ha sido la implementación con éxito del doble clic en AGS, acción que el parser no soporta. Puede verse también en las imágenes que la perspectiva ha cambiado a un 3D o pseudo 3D, y que Apo Lanski ha pasado gran parte de los largos viajes intergalácticos en el gimnasio de la nave espacial. El resultado final es muy aparente pero... ¿tan bueno como para valer 10 euros?. Las primeras impresiones apuntan a que no.
Las razones de Kinanev para esta controvertida decisión son que dedica mucho tiempo al desarrollo, y que las donaciones de los usuarios son mínimas. Para seguir haciendo juegos dice que necesita ingresos para mantener su infraestructura, por llamarlo de alguna manera (web, alojamiento, soft, etc...).
Desde esta web no entraremos a juzgar si la decisión de cobrar por una aventura independiente es correcta o no. Lo que si es cierto es que la elaboración de una aventura gráfica con ciertas dosis de calidad es larga y complicada, con muchas horas de trabajo. ¿Es condenable que la persona que ha hecho ese esfuerzo reciba cierta recompensa (económica) por su esfuerzo? No lo creemos. Pero también es cierto que el paso de cobrar es muy arriesgado. En este caso, el precio es 11,90 $ (10 euros). Por ese precio podemos encontrar en la actualidad aventuras profesionales como Jack Keane.
Es legítimo querer obtener algún tipo de rendimiento económico por el trabajo que uno realiza, pero en este caso quizá se ha magnificado. Un precio inferior (5 euros, a lo sumo) hubiese sido más apropiado, a nuestro juicio. En cualquier caso, el futuro nos dirá el resultado de esta arriesgada decisión.